"Perdonar significa liberanos del pasado que nos ata, es dejar de hacer reproches ...es escoger la Calma del presente. Perdonar es un acto para uno mismo."
La ley del espejo de Yoshinori Nogushi nos propone 8 pasos para curar el rencor y ser capaces de perdonar.
1. Haz una lista con aquellas personas a las que no puedes perdonar.
(Piensa en frases como “esa no se me va a olvidar” “jamás se lo perdonaré” “esa no se la paso”)
2. Expresa tus sentimientos.
Escribe en un papel (sólo para ti) cómo te hicieron sentir esos actos, esas situaciones. Exprésalo como te salga, sin adornos, con tu lenguaje. Tal y como lo sientas, sin decoros.
3. Busca motivos de aquellos actos.
¿Qué le pudo llevar a esa persona a hacer o decir eso, o a comportarse de esa manera? ¿Qué necesidad tiene esa persona? ¿Qué sentiría con respecto a eso? Independientemente de que fueran actos equivocados o no, intenta comprender su torpeza, su vulnerabilidad.
4. Escribe aquello que puedas agradecerle.
Intenta encontrar algo por lo que le puedas dar las gracias a esa persona. Si son muchas cosas, adelante. Si te cuesta, insiste en encontrar algo que pueda aportarte gratitud ante aquella situación.
5. Utiliza la fuerza de las palabras.
Repite interiormente: “Para mi propia felicidad, calma y libertad perdono a…” Repite “Perdono a…” varias veces, te lo creas o no. Date esa oportunidad.
6. Escribe aquello de lo que quieres disculparte.
¿Hay algo que tú hiciste mal con esta persona en ésta situación? ¿Cómo te habría gustado comportarte?
7. Escribe aquello que has aprendido.
¿Hay algo que has podido aprender de este ejercicio? ¿Cómo veías a esta persona antes y ahora? ¿Te has dado cuenta de algo?
8. Declara: “Te perdono”
www.quirocreixent.com
fuente de: spicologia y meditación
1. Haz una lista con aquellas personas a las que no puedes perdonar.(Piensa en frases como “esa no se me va a olvidar” “jamás se lo perdonaré” “esa no se la paso”)
2. Expresa tus sentimientos.
Escribe en un papel (sólo para ti) cómo te hicieron sentir esos actos, esas situaciones. Exprésalo como te salga, sin adornos, con tu lenguaje. Tal y como lo sientas, sin decoros.
3. Busca motivos de aquellos actos.
¿Qué le pudo llevar a esa persona a hacer o decir eso, o a comportarse de esa manera? ¿Qué necesidad tiene esa persona? ¿Qué sentiría con respecto a eso? Independientemente de que fueran actos equivocados o no, intenta comprender su torpeza, su vulnerabilidad.
4. Escribe aquello que puedas agradecerle.
Intenta encontrar algo por lo que le puedas dar las gracias a esa persona. Si son muchas cosas, adelante. Si te cuesta, insiste en encontrar algo que pueda aportarte gratitud ante aquella situación.
5. Utiliza la fuerza de las palabras.
Repite interiormente: “Para mi propia felicidad, calma y libertad perdono a…” Repite “Perdono a…” varias veces, te lo creas o no. Date esa oportunidad.
6. Escribe aquello de lo que quieres disculparte.
¿Hay algo que tú hiciste mal con esta persona en ésta situación? ¿Cómo te habría gustado comportarte?
7. Escribe aquello que has aprendido.
¿Hay algo que has podido aprender de este ejercicio? ¿Cómo veías a esta persona antes y ahora? ¿Te has dado cuenta de algo?
8. Declara: “Te perdono”
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